AGATHA CHRISTIE O EL INTRÉPIDO DESEO DE VIVIR

La reina del crimen continua fascinándonos a través del tiempo. Nadie como ella puede ensombrecer su talento, sus mundos de suspense, su adoración por el misterio regalándonos verdaderas joyas de la literatura.

La novelista más vendida de todos los tiempos no necesita presentación ni presuntas vanidades, ha sido y es única en su estilo atemporal y magnífico, brillante narrativa con vericuetos entre el relato y la prosa casi teatral inundada de metáforas y diálogos sublimes, y transportándonos a la Inglaterra costumbrista, rural o sofisticada en un extenso horizonte literario.

Menos conocida es su labor de escritora romántica autora de libros infantiles, poesía o relato corto y dramaturgia.

Pero detrás de la escritora se intuye un universo casi tan sorprendente e insólito como sus propias novelas de valientes damas viajeras u osadas detectives persiguiendo quimeras y misterios.

Y es que la gran dama del misterio y reina del crimen ya hacía gala de su gran imaginación desde pequeña, inventándose personajes y creando relatos sorprendentes llenas de inventiva.

De joven viajó a Egipto donde quedaría fascinada por su cultura, afición que más tarde mostraría en sus novelas (Muerte en el Nilo, Cita con la muerte, Asesinato en Mesopotamia)

Trabajó como enfermera y aprendió todos los secretos de la toxicología, convirtiéndose en experta en el mundo de los venenos y aplicándolo también en sus novelas y sus numerosos asesinatos.

El éxito de Agatha Christie empezó a ser cada vez más popular y sus grandes detectives Miss Marple y Hércules Poirot iban ganando en estima y celebridad con cada libro publicado.

Que podemos decir del pluscuamperfecto genio de células grises Poirot, su bigotito inamovible y su enorme inteligencia para desvelar quién ha sido el asesino. Y Miss Marple…entrañable y perspicaz siempre paseándose por la campiña inglesa, observadora como ninguna entre vicarios, decentes damas de sociedad y te inglés a media tarde.

Agatha creó un subgénero llamado whodunit, donde la escritura se centra, como si de un juego se tratase, en el que el lector llegue a sus propias hipótesis sobre quién puede ser el asesino.

Entre sus anécdotas más curiosas se encuentra un inaudito hecho que revolucionó a todo el país. De súbito desapareció completamente durante once días sin dejar rastro, pero en realidad estaba alojada en un balneario e inscrita con el nombre de la amante de su marido.

Incluso el Ministerio del Interior británico no ocultó su preocupación ante el desconcertante suceso, y más de 15.000 voluntarios se sumaron a dar con el paradero de la ilustre escritora.

El enigma se resolvió cuando un cliente desveló su identidad, como no podía ser de otra manera. Tras recibir tratamiento psiquiátrico, Agatha nunca pudo explicar qué había hecho durante aquel tiempo y dos años más tarde se divorció de su marido Archibald.

Los medios ingleses se hicieron eco de la noticia

Esta infidelidad y la muerte de su madre la llevaron a un grave ataque de nervios y a una amnesia que la llevó a vivir esa extraña aventura.

Bajo el seudónimo May Westmacott escribió seis novelas románticas, alejadas de las temáticas de asesinatos y misterios que escribió habitualmente, dato poco conocido por el gran público.

Tuvo un feliz segundo matrimonio con el arqueólogo Max Mallowan, (14 años menor que ella), a quién acompañó en largos viajes por Irak y Siria. Su implicación llegó hasta el punto de que restauraba y limpiaba los objetos encontrados, como piezas de cerámica o vasijas de marfil, y revelando fotografías de las excavaciones para su posterior estudio.

En su libro «Ven y dime cómo vives«, Agatha Christie narró la experiencia que vivió junto a su marido en los yacimientos arqueológicos de Irak y Siria, ayudándole a descifrar los enigmas de la historia como los guerreros sirios descubiertos en la ciudad de Nimrud. Este libro fue el primero de los únicos dos libros que escribió y publicó utilizando sus dos apellidos de casada, «Christie» y «Mallowan».

A

gatha era una personalidad inigualable, con un impulso viajero y aventurero sin precedentes, creativa, genial y con un sentido de la vida auténtico y voraz.

En1928, viajó a Estambul y de allí a Bagdad a bordo del Orient Express. Años más tarde, la escritora se inspiraría en este viaje para escribir en 1934 una de sus novelas más famosas, Asesinato en el Orient Express. Esta novela fue escrita en el Hotel Pera Palace de Estambul. En la actualidad, la habitación 411 en la cual se alojó Agatha Christie todavía existe para los turistas que quieran pasar una noche en ella.

Nada menos que 74 novelas, 154 relatos cortos, 20 obras de teatro, 3 poemas y 2 autobiografías hasta la fecha…prolífica y con una capacidad para la observación y percepciones deductivas era capaz de construir las tramas más perfectas y magistrales donde el lector va tejiendo todo un laberinto de sospechas y pistas, de falsas apariencias.

Su primera novela policíaca, El Misterioso caso de Styles se publicó en el Reino Unido el 21 de enero de 1921. En esta novela aparecen por primera vez tres de sus personajes más relevantes: Hércules Poirot, su fiel amigo y ayudante Hastings y el inspector jefe Japp.

Nuestra escritora de misterio favorita se preocupaba tanto por el desarrollo de los personajes que eran de una verosimilitud y credibilidad muy intensa… se dice que incluso copiaba el aspecto físico y los gestos de aquellas personas que le llamaban la atención, con las que conversaba o incluso en miembros de su propia familia como su madre y sus tías, otorgándolas ese doble espectro del alma humana como la violencia, la perversidad o el engaño, muy frecuentes en sus novelas.

Salones de té, fiestas glamurosas, expediciones indias, campiña inglesa con sabores a mermelada, viajeras empedernidas y solitarias… esas aventuras fascinantes cruzando el Nilo o los Alpes Suizos en el tren más famoso de todos los tiempos…el Orient Express.

En una de las varias entrevistas que concedió en su vida, Agatha defendía la autoridad de sus personajes, la propiedad de esas vidas que su imaginación hacía revivir en unas novelas magistrales, atemporales y magistralmente escritas.

«Son mis personajes, me los invento. Son míos. Han de ser mis personajes…Hacen lo que yo quiero que hagan; son lo que yo quiero que sean…viven gracias a mí: a veces tienen sus propias ideas, pero sólo porque yo los he hecho reales…»

Como epílogo parafraseo un extracto de la novela «Pasajero para Francfort«, donde en su brillante introducción Agatha Christie explica de modo inteligente que sus novelas no están tan alejadas del mundo real: secuestros, raptos, violencias, odios, alborotos, anarquía…el mundo está repleto de destrucción y maldad, sólo hay que observar y contemplar, estar abierto a lo que sucede constantemente a nuestro alrededor..

«…es un cuento

referido por un idiota, lleno de ruidos y furia,

que no significa nada»

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